Navalón, A. (Coord.). (2025). Psicología económica. Presente y futuro . Colegio Oficial de la Psicología de Madrid. doi.org/10.5093/copm2025g2
Es evidente que la base de la política económica, y en general de todas las ciencias sociales, es la Psicología. Llegará un día en el que podamos deducir las leyes de las ciencias sociales a partir de los principios de la Psicología
Vilfredo Pareto, 1906
Esta cita que aparece al principio del libro «Todo lo que he aprendido con la Psicología Económica» del economista conductual premiado con el Nobel de Economía, Richard H. Thaler, muestra como la Psicología ha contribuido tradicionalmente al conocimiento económico, y lo sigue haciendo, de forma trascendente.
La primera publicación, interrelacionando la Psicología y la Economía, data de 1902. En “Psicología Económica”, Gabriel Tarde plantea sus críticas a los autores de la Economía Política de la época por mostrar algo que, en la actualidad, constituye uno de los pilares de la Economía Conductual respecto a la Economía Clásica: el excesivo enfoque de las teorías económicas en “el hombre económico”, en lugar de trabajar sobre el “hombre psicológico”.
Posteriormente, en la segunda mitad del siglo XX, las investigaciones de los psicólogos Abraham Maslow, George Katona y, poco después, Amos Tervsky y Daniel Kahneman vuelven a plantear el papel determinante de los procesos psicológicos en la toma de decisiones.
En 1978, el Premio Nobel de Economía se le otorgó a Herbert Simon, catedrático de Psicología de la Universidad de Carnegie Mellon. Simon fue reconocido con este galardón “por sus investigaciones precursoras acerca de los procesos de toma de decisiones en el seno de organizaciones económicas”.
En España, en 1998, el profesor Ismael Quintanilla Pardo publicaba en Papeles del Psicólogo el artículo “La Psicología Económica y del consumidor en España. Reflexiones conceptuales y práctica profesional” en el que se ponían de relieve algunas de las posibles aplicaciones de la disciplina y del que hemos extraído la siguiente cita:
Los conocimientos que se derivan de la Psicología Económica y del Consumidor pueden resultar esenciales para estudiar, entre otras cosas, la conducta pro ecológica, los procesos de socialización de los niños, las psicopatologías del trabajo, la influencia de la publicidad, las fluctuaciones económicas y su influencia sobre la salud, la conducta prosocial y aún un largo etcétera que todos los interesados en este campo podrán ir encontrando tan sólo con consultar algunos de sus textos más sencillos y representativos. Eso es lo que a algunos psicólogos y economistas españoles nos está ocurriendo desde hace algunos años.
Pocos años después, en 2002, se otorgó el Premio Nobel de Economía al psicólogo Daniel Kahneman por “integrar los avances de la investigación psicológica en la ciencia económica, especialmente en lo que se refiere al juicio humano y a la adopción de decisiones bajo incertidumbre”, y unos años más tarde, al ya mencionado Thaler, lo que ha significado un verdadero avance para esta disciplina que, en la actualidad, tiene un creciente protagonismo en ámbitos académicos, organizaciones e instituciones públicas y privadas.
Actualmente, la Psicología Económica es una disciplina consolidada que aparece como una división específica de la Asociación Internacional de Psicología Aplicada (IAAP) fundada en 1920. IAAP es la asociación internacional de Psicología más antigua con más de 1.500 miembros de 80 países. Concretamente, tomando la definición que apunta la IAAP en su web, la División de Psicología Económica:
Promueve y discute la investigación, así como la formulación de políticas, sobre la interfaz de la Psicología y la economía, incluyendo temas como la administración del dinero, el gasto, el ahorro y el uso del crédito y las deudas, la preparación financiera y psicológica para la jubilación, el dinero y la inflación, el gasto del consumidor, el incumplimiento fiscal, la economía sumergida y el fraude.
La Psicología Económica actual, nutriéndose de investigaciones y publicaciones de renombrados y prestigiosos autores, mayoritariamente psicólogos y economistas, algunos de ellos galardonados con el Premio Nobel de Economía, ha evolucionado e incrementado su presencia en instituciones y organizaciones, gracias a su capacidad para explicar, la influencia de determinados factores, sesgos y errores en la toma de decisiones económicas, ayudando a detectarlos y, en ocasiones, permitiendo el diseño de intervenciones conductuales adecuadas para paliar sus efectos negativos.
Pero, a pesar de los notorios avances, es necesario seguir fomentando el desarrollo de esta disciplina para lo que será necesario y, esperamos que también sea suficiente, que:
• La Psicología Económica siga realizando y apoyándose en las investigaciones psicológicas, basadas en el método científico.
Estas investigaciones, no solo, no deben competir con los experimentos conductuales aplicados, sino que deben ser un complemento perfecto que permita entender mejor las intervenciones conductuales que funcionan bien y en qué se fundamentan. Esto último, nos ayudará a entender cómo funcionan, y sobre todo a entender por qué algunas intervenciones pueden no funcionar como estaba previsto.
• Aunque, a menudo, se presentan los procesos psicológicos, los heurísticos, los sesgos y hasta la estructura cerebral, de forma individual y diferenciada, la realidad parece que responde más a una interacción entre variables y procesos psicológicos, un solapamiento y confluencia de aparición simultánea de varios sesgos relacionados y una estructura cerebral que no diferencia tan claramente como, a veces se expone, el sistema racional del sistema intuitivo.
Es fundamental que los equipos conductuales de las instituciones, organizaciones y consultoras especializadas se nutran de psicólogas y psicólogos que, con la formación complementaria adecuada, aporten sus conocimientos y habilidades como verdaderos científicos del comportamiento lo que ayudará a diseñar, implantar y corregir a tiempo, si fuera necesario, las intervenciones planteadas como soluciones a problemas concretos. La gran mayoría de las intervenciones conductuales se verán reforzadas si quienes las diseñan, divulgan e implementan, contemplan el rol determinante de todos estos procesos y sus interacciones.
• El trabajo conjunto entre la Economía, la Psicología y, por supuesto, la Tecnología y otras Ciencias Sociales, no debe limitarse a un solo ámbito. Debe contemplar tanto el ámbito personal, como el grupal, organizacional y social.
Las investigaciones en Psicología no solo se refieren al ámbito individual, sino que, a través de la Psicología de los Grupos, la Psicología de las Organizaciones y la Psicología Social, permiten el diagnóstico de situaciones y el diseño, desarrollo e implementación de intervenciones adecuadas a los problemas presentados que se quieren abordar.
En el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid se constituyó en 2020, el Grupo de Trabajo de Psicología y Economía, con el objetivo de trabajar en el ámbito de la Psicología Aplicada a la Conducta Económica, priorizando los conceptos psicológicos y profundizando en el estudio, la investigación y la difusión de variables, procesos y mecanismos psicológicos a través de los cuales se produce el comportamiento económico.
Otros objetivos del grupo se relacionan con los efectos psicológicos derivados de los acontecimientos económicos, la formación de la Psicología Económica y la participación en eventos que permitan compartir ideas y debatir problemas comunes con psicólogos, economistas y profesionales de diferentes orígenes y formación.
Alineada con estos objetivos nace esta publicación “Psicología Económica. Presente y futuro”, en la que la gran mayoría de los autores somos miembros del Grupo de Trabajo.
Obviamente, todas las personas del Grupo de Trabajo somos graduados, licenciados o doctores en Psicología, pero algunas de estas personas también tenemos formación académica como economistas, sociólogos, periodistas, etc., además de formación específica en Psicología Económica que aplicamos en nuestro trabajo como profesores y profesionales de la Psicología en ámbitos sanitarios, educativos, financieros, organizacionales, etc.
Después de cinco años de existencia, diferentes jornadas, conferencias, publicaciones, reuniones, participaciones en congresos científicos y relaciones con otros colegios profesionales, se planteó en el Grupo de Trabajo la posibilidad de realizar una publicación monográfica sobre la actualidad de la Psicología Económica y sus perspectivas de evolución.
Un argumento importante para construir y editar esta publicación fue haber detectado la carencia de una publicación reciente similar desde la perspectiva de la Psicología.
Además, pensamos que esta publicación podría servir para que las psicólogas y psicólogos que, actualmente, no son especialistas en Psicología Económica, pero que están trabajando en instituciones, organizaciones, públicas o privadas o que ejercen en ámbitos educativos, sanitarios o clínicos puedan conocer y/o profundizar en qué es y las ventajas que la Psicología Económica puede aportar en su labor profesional.
También, nos planteamos la conveniencia de que esta publicación pudiera llegar a los estudiantes de Psicología para mostrarles la Psicología Económica como una opción laboral por sí misma o una opción complementaria si su orientación es hacia la educativa, la clínica, las organizaciones u otros.
Para quienes hemos participado en la elaboración de Psicología Económica. Presente y futuro, será un placer si esta publicación resulta de interés para directivos, economistas, políticos u otros profesionales, esperando que su lectura pueda aportar algo positivo.
Psicología Económica. Presente y futuro consta de tres bloques que se corresponden con una presentación de qué es la Psicología Económica, su aplicación en la educación, en el ámbito sanitario, y su presencia en las organizaciones.
En los artículos que aparecen a continuación utilizamos indistintamente las denominaciones de Psicología Económica, Economía de la Conducta, incluso Ciencias del Comportamiento y otras. No estamos diciendo que sean exactamente lo mismo. Si buscamos diferencias podríamos encontrar algunas, pero hay muchas más coincidencias.
Parece lógico que desde la Economía se hable de Economía de la Conducta, resaltando que se trata de incorporar a las teorías económicas clásicas, fundamentadas en formulaciones matemáticas, algunos de los elementos del comportamiento de las personas y los grupos. Igualmente, desde la Psicología, la denominación Psicología Económica destaca el protagonismo que tienen diversas variables y procesos psicológicos en la toma de decisiones, directamente económicas o relacionadas con la Economía.
A lo largo de la publicación se pueden encontrar estas distintas denominaciones, incluso, a pesar de argumentos, citas y referencias coincidentes, diferentes planteamientos en la exposición de investigaciones y aplicaciones respecto a definiciones, desarrollo, situación actual y perspectivas de la disciplina.
En la primera parte, ¿Qué es la Psicología Económica?, los autores presentan secuencialmente una definición, el desarrollo y una enumeración de algunas aplicaciones, explican cómo intervienen distintos procesos psicológicos como el razonamiento y, sobre todo, el aprendizaje en la creación y cambio de hábitos, la interrelación entre la identidad, la economía y el estilo de vida, la influencia del género y la Psicología Económica en el comportamiento inversor y finalmente, se destaca la confluencia de Psicología, Economía y Neurociencia bajo la denominación de Neuroeconomía.
En el segundo bloque, sobre Psicología Económica en los ámbitos de educación y salud, se aborda, por un lado, la situación de la Psicología Económica en el ámbito académico, su expansión y perspectivas educativas y cómo gestionar los sesgos y las emociones a la hora de invertir y, por otro, la relación entre la Psicología Económica y la Psicología Clínica, resaltando los sesgos en el ámbito clínico y mencionando el rol de la neuroanatomía e impacto de las nuevas tecnologías en la toma de decisiones, algunas recomendaciones para mejorar con ciencias del Comportamiento las tasas de adherencia de los pacientes y la presentación del “razonamiento clínico” y las características para realizar un buen diagnóstico clínico.
En la aplicación de Psicología Económica en las organizaciones se incluyen cinco artículos que presentan las relaciones entre las decisiones profesionales y la Psicología Económica, cómo es la relación de las personas con la Inteligencia Artificial, algunas aplicaciones de la Economía de la Conducta en ciberseguridad, cómo pueden incidir determinadas estrategias de Economía Conductual en la transformación de la Salud Laboral y acaba con el texto sobre Psicología, Economía, Marketing y la incidencia de la Psicología Económica en las nuevas experiencias de empleados y clientes.
Finalmente, señalar que, independientemente de que nuestra formación académica de origen sea psicológica, económica, sociológica, tecnológica, o cualquier otra, las personas que participamos en esta publicación, con nuestras experiencias y características individuales, accedemos a todas las fuentes que nos permitan avanzar en la consecución de los objetivos de entender mejor el comportamiento de las personas, los grupos y las organizaciones para poder participar o diseñar intervenciones, si fuera necesario, orientadas al beneficio de los individuos y la sociedad.
ADRIÁN NAVALÓN LÓPEZ DE LA RICA
Psicólogo y economista. Coordinador del Grupo de Trabajo de Psicología y Economía y Coordinador de Psicología Económica. Presente y futuro.

